sábado, 29 de agosto de 2015

Información para pacientes: Quiste acromiovlacivular, Preguntas y respuestas

Información para pacientes


En una entrada antigua de este blog, reportamos el caso de un quiste acromioclavicular. A raíz de ello, muchos lectores han escrito comentarios privados y públicos sobre dudas que les ha suscitado esta peculiar patología.
A propósito de ello vamos a pasar a comentar algunas preguntas que nos han hecho llegar los lectores.



¿El bulto que se ve en la parte superior del hombro es un tumor?
En términos estrictos, toda masa recibe la denominación de tumoración, sin embargo no todas tienen las connotaciones neoplásicas habituales asociadas a la palabra "tumor". El bulto, en estos casos, corresponde a una distensión de la cápsula sinovial de una articulación del hombro. Esta articulación es la que forman la clavícula y una parte de la escápula conocida como acromion. La denominación más apropiada es la distensión de la cápsula acromioclavicular aunque también se les conoce como quistes acromioclaviculares. 

¿A qué se debe a la aparición de estos bultos?
Los quistes acromioclaviculares se desarrollan como consecuencia de un incremento de la presión dentro de la articulación. Este incremento se produce por cualquier causa que estimule a los sinoviocitos y que les induzca a producir mayor volumen de líquido sinovial. Entre estas causas se encuentran las enfermedades inflamatorias articulares y los procesos mecánicos. Con diferencia, los problemas mecánicos del hombro, especialmente aquellos que competen a la pérdida de la integridad de algunos tendones (fundamentalmente el tendón supraespinoso) alteran la biomecánica de la movilidad e inducen a la proliferación sinovial. Las enfermedades inflamatorias también pueden producir aumento de volumen de esta articulación: artritis de naturaleza autoinmune, microcristalina o incluso infecciosa.

¿Qué precauciones debo tener con relación a estos quistes?
Los quistes acromioclaviculares producen dolor y limitación funcional en distinta medida. El paciente debe evitar aquellos movimientos que produzcan estos síntomas. Los pacientes con enfermedades inflamatorias sistémicas como la artritis reumatoide, artritis psosiásica, lupus eritematoso sistémico o aquellos que sufran de enfermedades por depósito de microcristales, como la gota deben consultar a sus especialistas cuando presentan la aparición de estos bultos. 
Los signos de alarma más importantes son: el enrojecimiento, el dolor en reposo y el calor local a nivel del quiste. En estos casos, el paciente debe ser valorado a corto plazo para descartar un origen infeccioso.

¿Cómo se tratan estos quistes?
Aquellos quistes relacionados con causas mecánicas (los más comunes) suelen resolverse una vez que se soluciona el problema originario a nivel del hombro. La recuperación del aspecto inicial puede tardar meses o incluso no alcanzarse. También se puede considerar la opción de practicar un drenaje quirúrgico de la articulación. Esta actitud se indica en pacientes con persistencia del dolor, limitación funcional o en aquellos en los que la deformación condiciona problemas de naturaleza estética. 
En general se prefiere evitar el drenaje percutáneo con aguja debido a la alta incidencia de fistulización. 
En los pacientes con sospecha de artritis infecciosa, es fundamental la obtención del líquido y su correspondiente estudio al menor plazo posible. 

¿Puede la rehabilitación resolver estos quistes?
En muchos casos, la pérdida de alineación de la articulación acromioclavicular como consecuencia de una rotura de los tendones del manguito rotador se re-establece una vez restaurada la funcionalidad del hombro. En ese sentido aquellos procedimientos orientados a re-establecer la funcionalidad del hombro pueden ser consideradas terapéuticas. No obstante ello, la realización de ejercicios pasivos o activos que produzcan dolor podrían no estar indicadas. Es por ello que, como en otros casos, la valoración por un Médico Rehabilitador es imprescindible antes de iniciar la fisioterapia.

La presente entrada resume información orientativa para pacientes. No reemplaza en ninguna forma a la información que puede y debe ser proporcionada por un profesional médico. La presente entrada no contiene información organizada de forma científica.
Para información rigurosa remitirse a la presentación del caso en este enlace